domingo, 28 de marzo de 2010

Fuji-san

Si había una cosa que teníamos en la lista de cosas por hacer en estas escasas dos semanitas que nos quedan en Japón, era intentar una vez más poder ver el Monte Fuji.

Como ya os contamos en otras entradas, lo habíamos intentado ya un par de veces anteriormente, pero en ambas las nubes nos jugaron una mala pasada y lo cubrieron casi por completo... por ello esta vez no podíamos arriesgar y tenía sentido ir únicamente si el pronóstico era sólo un solecito redondo sin nubes.

Vimos que el pronóstico para el sábado era con bastante frío, pero sin nubes, así que sin pensarlo dos veces, acompañados por Rubén y Nuria, decidimos poner rumbo al lago Kawaguchi. Este es uno de los cinco lagos que se encuentran a los pies del Fuji, y uno de los mejores lugares para disfrutar de sus vistas. 

Es de los pocos sitios en los que en tren la combinación no es buena, así que optamos por un autobús que te lleva en un par de horas desde la estación de Shinjuku. Como la experiencia nos decía que a medida que transcurre el día las nubes se van apoderando más y más de la cima del Fuji, cogimos el primer autobús a las 7 de la mañana con su madrugón correspondiente, 05:45 arriba, aunque con la esperanza de desnucarnos durante todo el trayecto.

Así fue, aún medio dormidos bajamos del autobús y vemos que está todo lleno de nubes, un frío tremendo, y medio nevando... ya hemos tenido más de una experiencia divertida con el pronóstico del tiempo, ya que como Japón se encuentra en mitad del Pacífico es muy variable y no es fácil de pronosticar... así que os podéis imaginar nuestras caras de... error!!!!

Con la esperanza de que fuera abriendo a lo largo del día, nos dirigimos hacia el lago, el cuál a primera vista decepcionó un poco, porque nos lo esperábamos más en mitad de la naturaleza.

Después de situarnos un poco cogimos un funicular, que te sube hasta un monte con unas vistas muy chulas del lago!

Las fotos te hacían pensar que la vista perfecta del Fuji iba a estar allí esperándote en la cima, sin embargo, la ese día estaba allí, pero detrás de un montón de nubes que lo tapaban todo y no dejaban que se viera ni un resquicio... las esperanzas empezaban a desvanecerse por momentos ya que el tiempo se suponía que sería mejor durante las primeras horas de la mañana y luego iría cubriéndose...


Después de un rato intentando empujar a las nubes para que se fueran moviendo hacia otro lado decidimos que allí no había mucho que rascar y desistimos, dirigiéndonos hacia el lago de nuevo...

Tras hacer acopio de unas cuantas cervezas, cogimos un bus hacia otra zona, desde la que empezamos a ver que el cielo se había abierto un poco más y se podía empezar a atisbar el Fuji... por lo que de nuevo fuimos recobrando la esperanza de poder ver algo...


El cielo se iba despejando cada vez más, ya se veía un poco... no os podéis imaginar la ilusión que nos hizo... parecía que finalmente no nos íbamos a ir sin ver absolutamente nada... además el entorno era precioso, perfecto para bebernos unas cervecitas, lástima que corría un viento que te pelabas de frío...



Fuimos paseando alrededor del lago y la cosa iba pintando mejor y mejor... poco a poco se nos iba descubriendo un poquito más...



Hasta que, de repente, cuando nos quisimos dar cuenta... no había prácticamente ni una nube alrededor... el Fuji se mostraba solemne, imponente, cubierto hasta la mitad de nieve y dejándonos disfrutar de esa forma tan característica que hace que los japoneses lo consideren la montaña perfecta.




El Fuji-san tiene 3.776 metros, y es el pico más alto de todo Japón. Históricamente ha tenido carácter sagrado y ha sido protagonista de la mitología japonesa, por la cual los dioses hicieron que este monte fuera el más alto. En realidad no es una montaña, si no un volcán, considerado activo aunque la última vez que entro en erupción fue en torno a 1700. Nosotros nos hemos quedado sin subirlo, porque sólo puede hacerse durante los meses de Junio a Septiembre. Al parecer merece mucho la pena, porque en la cima, puedes recorrer el cráter! Es una excusa más para que volvamos a Japón!



La verdad que fue mucho más guapo pasar de no ver nada al principio, y pensar que la habíamos cagado y que nos íbamos a marchar sin poder ver nada... al subidón de ir poco a poco viendo que finalmente ésta iba a ser la buena. Si hubiéramos llegado y hubiera estado ahí esperándonos lo habríamos saboreado mucho menos...


De ahí en adelante, pudimos seguir disfrutando de una vista perfecta, totalmente despejado incluso desde la estación al coger el autobús de vuelta.


Sin duda, por una imagen como esta, mereció la pena el viaje y los múltiples intentos... Japón no nos podía tratar tan mal!!! :))

3 comentarios:

  1. hola preja!!!
    que fotazos!!! que envidia!!!
    menos mal que al final lo habeis podido ver y ya de paso nos lo habeis enseñado!!
    Nosotros al final nos quedamos con las ganas, pero como bien dices david, ya tenemos excusa para volver a japon!!jeje
    Aprovechad mucho las ultimas semanas y ya nos tomaremos unas birus a la vuelta!!

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  2. jajajaja, Al final lo habeis visto!!!!
    Yo por todo lo que he leido, aqui y en otros foros, creo que ni lo voy a intentar en el viaje. Lo dejaré por si algún dia me voy 6 meses como vosotros, jajajaja, y aun asi cuesta verlo.

    De todas formas, las fotos impresionantes.

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  3. nunca se sabe! es cuestión de suerte pero el cabrón se hace de rogar!

    Hoy ha amanecido el día perfecto... ahora mismo lo estoy viendo perfecto desde la oficina a más de 200 km!

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