martes, 6 de abril de 2010

Odaiba: la bahía de Tokio

Aunque a veces se nos olvida, estamos en mitad del Pacífico! y si hay un lugar en el que el mar realmente luce en Tokio, es desde Odaiba.

Odaiba es en realidad una isla artificial. Según parece, se construyó en la época Edo, siglo XVII, para proteger de posibles ataques enemigos. Desde entonces, quedó en el olvido hasta que en la década de los 80, comenzó a desarrollarse como un proyecto futurista, con el propósito de situarse como un símbolo de la riqueza y del progreso de Japón, en plena burbuja económica.  En cambio, en la década de los 90 la burbuja explotó, de ahí que no pudiese alcanzar toda la plenitud que se pretendía.

En los últimos años, se ha transformado en un próspero centro de ocio para los habitantes de Tokio, se ha cubierto de centros comerciales, hoteles y centros de convenciones, y unido a una vista de Tokio que es sin lugar a dudas una de las imágenes más impresionantes de la ciudad, se ha convertido además en visita obligada para los turistas.

Sin embargo, uno empieza a disfrutar de esta visita un buen rato antes de llegar a la isla. Desde Shimbashi, la línea Yurikamome une el centro de Tokio con Odaiba. Inaugurada en 1995, las vías de esta línea se encuentran muy por encima del suelo, dejando carreteras y otras vías por debajo, y codeándose a esta altura con grandes rascacielos que dominan toda la zona de Shio-dome. De ahí, que ésta sea posiblemente la imagen más futurista que puedes encontrar en toda la ciudad, y que el trayecto de 15 minutos, sea una atracción en sí misma!


La sensación de haber viajado en el tiempo, se alimenta más si cabe por el hecho de que puedes disfrutar del viaje pegado al morro o a la cola de sus trenes, ya que estos funcionan sin conductor y únicamente dirigidos por ordenadores!


Cuando ya empiezas a ver la bahía, espera una nueva sorpresa... antes de encarar el puente que cruza el mar, las vías hacen un loop prácticamente completo!


Al bajar en la estación de Daiba, te encuentras de golpe con una vista que te hace quedar boquiabierto! Los rascacielos al fondo, el puente y la estatua de la libertad, hacen que los que han visitado Nueva York se queden por un momento pensando si están en Japón o el viaje en el tren del futuro les ha transportado de repente a la "gran manzana" :)


Lo de la réplica de la Estatua de la Libertad no deja de tener su gracia, ya que trae su origen en la celebración del "año francés en Japón" en 1998. Al parecer la Estatua de la Libertad de Nueva York, como la que se encuentra en París, fueron creadas en Francia, de ahí que durante esta conmemoración, se trasladó la francesa a Tokio temporalmente. Tal fue la popularidad que alcanzó, que ser devuelta, en 2000 los japoneses decidieron colocar una réplica de manera perpetua.


El puente se llama "Rainbow Bridge" ("puente del arco iris"). Tiene 600 metros de longitud, y por el circula además del tren, diversos carriles de carreteras a varios niveles de altura. En realidad no tiene nada demasiado especial, pero la vista del mismo desde la bahía con los rascacielos y la Tokio Tower al fondo, tanto de día como sobre todo de noche, son una maravilla. 



En sólo una ocasión, en Navidad, lo pudimos ver iluminado con los colores del arco iris. Por regla general, está iluminado en blanco, aunque sí es habitual que a sus pies se hagan espectáculos audiovisuales y de luces.


Otro de los símbolos de esta zona es el edificio de los estudios de televisión Fuji TV, con una arquitectura de los más peculiar. Hablando de televisión, no se puede olvidar mencionar que en Odaiba es la isla en la que se rodaba el mítico "Humor Amarillo" unos cuantos años atrás... yo he de decir que siempre pensé que eran chinos y no japoneses!



Por último, en Odaiba se puede disfrutar de uno de los onsen más conocidos de Tokio, llamado Ooedo. No tiene la misma gracia que algunos otros que habíamos estado más en la montaña, ya que el entorno de éste es más artificial, pero no es una mala opción sin salir de la ciudad.

Está totalmente enfocado al turismo, y preparado para los extranjeros... en ese sentido el ambiente es mucho menos auténtico que los onsen más rurales. Nada más entrar, lo primero es elegir un yukata. A partir de ahí, los baños son separados por sexos como ocurre habitualmente, pero tiene un espacio común con restaurantes, salas de juegos y demás entretenimientos, inspirado en una decoración que remonta al Japón tradicional del período Edo (si buscáis las fotos de cuando estuvimos en Kawagoe, veréis que es casi igual!)



La verdad que es una muy buena forma de terminar un día de turismo por Tokio... sales de allí como nuevo!

2 comentarios:

  1. Qué wapos con kimonos!

    ¿La gente va con mascarillas en el metro?

    Todo es precioso y curioso, qué suerte habéis tenido de poder conocer todo eso.

    BsS.
    JessiK

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  2. Sí, muchísima gente va con mascarillas en el metro y en la calle... la razón??? muchas y muy diversas...Si estas malo debes ponértela para no contagiar al resto, si no lo estás...para que no te contagien :-P y otros por alergias....
    Yo me compré unas para probar un día jejej tiene que ser un agobio... pero al final nunca la utilice!
    besitosss

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